Contracción del PIB japonés forzaría a Shinzo Abe a postergar alza de impuestos y a convocar elecciones
Analistas creen que el gobierno y el Banco de Japón implementarán nuevas medidas de estímulo el próximo año.
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La economía japonesa se contrajo sorpresivamente en el tercer trimestre y cayó en recesión técnica, lo que sugiere que el país aún no se recupera del alza en el impuesto a las ventas que comenzó a regir en abril y que obligaría al primer ministro Shinzo Abe a posponer un nuevo aumento en dicho gravamen.
La Oficina de Gabinete informó que el PIB se encogió a un ritmo anualizado de 1,6% entre julio y septiembre, lo que se compara con la estimación de un avance de 2,2%. En los tres meses anteriores, la actividad había descendido 7,3%, por lo que la tercera economía del mundo entró en recesión técnica. De esta manera, la nación acumula tres recesiones en cuatro años.
En términos trimestrales, el PIB retrocedió 0,4%, frente a la expectativa de una expansión de 0,5%. El consumo privado, que representa cerca de 60% de la economía, subió 0,4%, la mitad de lo que esperaba el mercado.
La inversión empresarial disminuyó 0,2%, lo que contrasta con la proyección de un alza. La mayor carga fueron los inventarios privados, que sustrajeron 0,6 punto porcentual del PIB.
"Ninguna parte de la economía de Japón parece alentadora", comentó a Bloomberg Yoshiki Shinke, economista jefe de Dai-ichi Life Research Institute. Las cifras "dejarán otro recuerdo traumático para los políticos japoneses sobre los incrementos en los impuestos a las ventas", añadió.
Takuji Aida, economista para Japón de Société Générale (SocGen), sostuvo en una nota a clientes que el débil resultado "confirmó que la presión a la baja sobre la economía tras el salto en el impuesto en abril fue mucho más fuerte y duró más que lo anticipado por el gobierno y el BoJ", sigla con la que se conoce al Banco de Japón.
El experto agregó que "un incremento tributario implementado antes de que Japón saliera completamente del ambiente deflacionario probablemente no fue una buena decisión después de todo".
Por su parte, Abe afirmó que los datos "resultaron no ser tan alentadores" y agregó que "estamos aprovechando una oportunidad de salir de una larga deflación y no podemos perder esa oportunidad".
La cifra provocó que el dólar tocara un máximo en siete años frente al yen y que las bolsas asiáticas terminaran en terreno negativo lideradas por el Nikkei, que perdió 3%, su mayor declive desde agosto.
Mayor gravamen se aplazaría
El gobierno había asegurado que esperarían la segunda estimación del PIB del tercer trimestre, que se conocerá el 8 de diciembre, antes de tomar una decisión sobre si es que elevan o no el tributo a las ventas desde 8% a 10% en octubre. Sin embargo, a la luz de la "brusca caída" en el primer cálculo, "ahora parece probable que Abe suspenderá la subida y anunciará elecciones anticipadas", según Marcel Thieliant, economista para Japón de Capital Economics.
SocGen vaticina que los comicios podrían celebrarse tan pronto como el 14 de diciembre.
Un asesor del primer ministro llamó al gobierno a tomar medidas para apuntalar la actividad. "Esta no es en absoluto una situación en la que deberíamos estar debatiendo un aumento en el impuesto al consumo", declaró a Reuters Etsuro Honda, uno de los arquitectos de las políticas reactivadoras de Abe.
El banco francés y UBS prevén que el nuevo gravamen se implementará 18 meses después de la fecha original, es decir, en abril de 2017.
Más medidas
Cuando la tasa impositiva trepó desde 5% a 8%, las autoridades aplicaron un estímulo económico de 5,5 billones (millones de millones) de yenes (US$ 47.218 millones) para contrarrestar el efecto negativo de la medida, pero no fue suficiente. Abe anunciaría nuevas acciones hoy.
"Para compensar la brecha y apoya a la economía, es probable que el gobierno implemente un paquete adicional de estímulo de cerca de 3 billones de yenes (un gran paquete podría ser necesario para garantizar un estímulo firme) en la primera mitad de 2015", manifestó Aida de SocGen.
"Si una medida de estímulo de un tamaño adecuado es implementada rápidamente, aún podemos esperar un ciclo virtuoso para salir completamente de la deflación, ya que la confianza empresarial y la del consumidor todavía no se han deteriorado considerablemente", acotó.
En cuanto a la política monetaria, Aida cree que, incluso con la postergación del alza, es poco probable que el BoJ alcance su meta de inflación de 2% en 2015. Por esto, anticipa que la entidad adoptará medidas adicionales de alivio cuantitativo y cualitativo en octubre.
El economista vaticina que se incrementará la expansión anual de la base monetaria en 5 billones de yenes hasta cerca de 85 billones de yenes. Además, es probable que el BoJ retrase su cronograma para lograr la meta hasta 2016.